En el corazón del recinto de la capilla Nuestra Señora de la Piedad y de la casa del cura, se encontraba un huerto abandonado desde hace varios años. En 2008, voluntarios deciden devolverle vida arreglándolo en huerto de cura : aquí, todo está haciéndose, sólo es aparente el desorden.
« Un huerto de cura, antes de todo, es un rinconcito de paraíso y de meditación, colocado delante de la casa del cura, en el que se encuentra de todo. Ahí cultivaba el párroco : frutas, legumbres, hierbas aromáticas, plantas medicinales, flores y un poco de vid para el vino de misa ; tenía también algunas colmenas.
En resumen, lo necesario para que el cura pueda subsistir, cuidar de sus parroquianos y adornar el altar durante todo el año »
Según Philippe Ferret, Le Jardin de curé, l’art et la manière.
Aparte de los caminitos limitados por bojes, la instalación de varias plantas diferentes permite obtener una especie de modesto cuadro. Igual que cualquier huerto de cura, éste no corresponde a ningún estilo de jardín, pero el desorden tiene estructura.
Se encuentran colindando flores, legumbres, frutas y plantas aromáticas y medicinales.
Ningún efecto rebuscado, pero en cualquier estación, colores vivos se mezclan con colores más apagados.
En este recinto rodeado de una magnífica pared de piedras, protegido de toda mirada exterior, uno está más abierto al descubrimiento del lugar.
Sólo, los más curiosos que se atreven a entrar, reciben la recompensa de la belleza natural del sitio.
Más allá del papel que desempeña, el huerto quiere ser evolutivo y experimental.
Evolutivo, porque año trás año, se arreglan nuevos espacios, se cultivan nuevas plantas.
Se han instalado plantas acompañantes : entre los tomates están caléndulas y claveles.
Las patatas de lino y la manzanilla preservan las flores…Numerosas variedades de legumbres y flores enrequicen el conjunto.
Las plantas aromáticas se plantaron según une espiral centrífuga. Por fín, se transformó el antiguo lavadero en jardín acuático.
Experimental por las prácticas respetuosas del medio ambiente : las malas hierbas se quitan a mano, se recuperan las aguas de lluvia, las desperdicios vegetales…la mezcla de flores, frutas y legumbres favorece la biodiversidad, frena la propagación de enfermedades y favorece la micro fauna y la vida animal, condiciones óptimas para un buen equilibrio.
Progresivos intentos consisten en utilizar productos naturales para el tratamiento de los cultivos y el reforzamiento del sistema immunitario de la plantas (aceites esenciales, estiércol líquido de ortigas y de consuelda en particular.)
Numerosas plantas tienen propriedades tanta culinarias como medicinales ; otras sólo son ornementales pero algunas resultan tóxicas.
Por lo tanto, es indispensable diferenciarlas bien y, para eso, animaciones se realizan en el sitio durante el verano.
Horario y información en Oficina de Turimo. Seix.
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